14 de noviembre de 2011,
Elisa se llama la italiana con la que me empaté,
Me enseñó a besar con poco amor,
A enamorarme por favor,
A perderme en su cabellera color miel.
Fue en una noche de disimulo,
En una fiesta de esas a las que voy.
Mientras le miraba el culo,
Me dije esto es hoy.
Intenté enseñarle a bailar bachata,
Ella hizo con el tango lo suyo.
Nos bebimos una cubata…
Nos embebidos en un murmullo.
Una sonrisa coquetona
Emergió del muelle de Turín,
Creyendo que era Barcelona,
Elisa me dijo que si.
Sólo bastó un trato:
Nada de volver a hablar
Al regreso a mi tierra.
Fue un tonto contrato,
Pues, después de la guerra,
Quiero volver a bailar.
Elisa se llama la italiana con la que me empaté.
Me enseñó a perdonar a la traición.
Le dio a mi alma la salvación.
Me perdí en su mirada azul, hace un año, este mes.
Yered