6 de marzo de 2013
Me desgajé en la saliva de tu vientre
Y sobre llevé el cansancio a tus espaldas
Mientras me iba matando la fiebre.
Dejé abandonada a la almohada
Para inventarme y reinventarme para ti.
El cascabel de tus demandas
Se tornó en una atmosfera para morir
Y por poco se desmonta tu mirada.
Comencé un dialogo que no escuchaste,
Una conversación a solas
A pesar de tu presencia constante.
Tus palabras ola tras ola
Ahogaban el océano de fuego.
La Venus de Milo tapó sus senos
Para darle rienda suelta al ego
Que se negaba hasta que dijo: bueno.
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