miércoles, 25 de enero de 2012

Tic tac tic

25 de enero 2011

Suena una canción en mi memoria
Tic tac tic, el reloj nunca se para.
El gentleman seduce a la escoria,
Su mirada ya no está en su cara.

Niño, limpia las lágrimas de tu rostro,
Mira, al otro lado del rio hay un potro
Que quiere jugar contigo a los encantos.
En mi cabeza suenan esos cantos:

Tic tac, la mirada se encuentra escondida.
Hace años en frente se veía la salida,
Pero son tiempos del pasado perdido
Y que nunca existieron para mi oído.

Ve, niño, te espera tu amigo del otro lado
Y tú sólo te quedas aquí parado.
Tic tac tic: a lady at the garden,
El niño sigue llorando y sus ojos le arden.

La música no se calla: tic tac tic tac.
¿Y después en dónde es que está?
El niño no cruzó el rio y no está aquí.
No podré cumplirle lo que le prometí.


Yered Badillo

domingo, 15 de enero de 2012

¿Quienes somos?

15 de enero de 2012

Fue una noche de invierno entre cigarro y cerveza,
Ya estaba harto del humo del ambiente,
Jugueteo su cinismo con mi osadía en mi cabeza,
Entre un sorbo y otro, quizá alguien no estaba consciente,
Alguna habló con ternura,
El otro le contestó con un beso,
Y a pesar de no romperse el respeto
El hurto no reparo en cordura,
El segundo por querer devolución,
El tercero fue con permiso,
Los demás los presume mi corazón,
Y si no es por ello, por lo menos ella los quiso.
Restaurante-café´s, pueden contar otros tantos,
Pero mis favoritos son los de su mirada,
Esos que me ha dado bajo los baños de luna
Aquellos que en Bellas Artes dan cantos
Y que el corredor Madero mira a ninguna
Y suspira mejor con nuestros cuentos,
Lo mismo piensan todos los vientos.
No sé qué saco uso,
A pesar de que lo piense abuso,
Aunque crea que soy muy osado,
Por este extraño sendero
Algo ya tengo bien confesado,
Ella sabe que la quiero.

Yered

lunes, 9 de enero de 2012

Sin sus electrones

Dedicado a aquellos químicos melancólicos.

29 de agosto de 2011


Viro sobre el ph de diez,
Y me tiño de color rojo,
Cuestión lógica por los congojos,
Y sigo sin saber qué es.

Me oxidé y tengo valencia de más mil,
Soy casi un protón suelto en la nada.
Nació una tremenda atracción en mí
Pero no reacciono con la almohada.

La estadística me dice que no rechaza.
La electronegatividad del aquel átomo
Debe de ser de la misma balanza
Pero con la paz de un floruro.
Otra vez no funciona mi conjuro.

Comienzo a conocer el cero de Kelvin.
Soy un elemento sin abrigo.
Ella se fue, sin ella me dejó,
Me dejó sin ella, pero me dejó conmigo.


Salvador Yered

jueves, 5 de enero de 2012

Diavolo

Diavolo

(01 de noviembre 2011)
México, D.F.

Dame tu mano, querida cristera,
Ya me diste tus sueños y esperanzas.
Entregame tu piel y se sincera
Entre las alabanzas y las sábanas.

No omitas cualquier espacio vacío,
Tu nuevo dios jamás será piadoso,
Este vino no tiene sabor frio,
Este fuego no desgarra miedoso,

Esta flama te eleva sin tu temor.
Una vez en tu piel, te exenta de ello.
Ven aquí, conoce este oscuro fervor,
Goza, mujer, así vive lo bello.

Salvys De Rey

miércoles, 4 de enero de 2012

Allá voy de nuevo

Creo mi situación vuelve a ser la misma. Un poema de algunos ayeres ya.

(25 de noviembre de 2010)


Os confieso que me duele la traición,
Que lo más cruel del amor
Se ha vuelto mi compañero mejor,
Siempre cantando la misma canción.

Os confieso que ya me aburrí
De contar la misma historia,
Que ya no lo quiero vivir
Y con eso condeno a la gloria.

Sin embargo, un par de lindos ojos
Me promete contar otro cuento
Con un desenlace carente de despojos
Pero con sobra de elementos
Para que sirvas de mi pañuelo.

Me dirás como la vez pasada:
No le des tu corazón y tu ser.
Pero te confieso que la almohada
Me jura que vale la pena esa mujer.

Salvador Yered

Confesiones

El primero del año y el sexto de esta historia.

Confesiones

4 de enero de 2012


Hoy quisiera darme una explicación
Sobre lo que han hecho tus ojos,
Quisiera encontrar la razón
Que me dieron ayer tus labios.
Probé entender la ternura
Que me brindó tu aliento,
Pero por más que lo intento
Sólo pasan imágenes de tu figura.
Creo que está de más escribir estos versos
Y plantearte lo que ya sabes.
Pareciera que me vuelco converso
Y que me parezco a las aves
Que vuelan en espirales imperfectas.
No entiendo ni siquiera lo que intentas,
Lo que callas, lo que vives, lo que fumas,
Lo que bebes, lo que alucinas, lo que sueñas…
Y yo entre esta tinta y plumas
Me imagino perdido y tú como mi dueña
Que no me posee y que jamás controla
A este loco y humilde soñador.
Oye, princesa, estoy perdiendo el suelo,
Pues olvidé hace tiempo
Como es esto del amor.

Salvador Yered