domingo, 25 de noviembre de 2012

Bonita


No estoy enamorado, pero estoy no sé qué.
No cabe duda que ella es un revuelo,
Tampoco lo duda quien me ve
Cuando me mira cantándole al cielo:

"... a la orilla de la chimenea..."
Pude que no me creas,
Que me clasifiques como mentiroso
Pero no soy indecoroso

Ni vulgar ni seductor.
Es meramente extraño,
No hay pulso ni conductor
Que maneje un engaño.
Habían pasando algunos años
Sin beberme algo así,
Sin pensar "ni contigo ni sin ti"

Se me atravesaron Serrat y Sabina,
Y la vuelta de la esquina
Un juego de saber,
De soñar a esa mujer
De beber las ganas y el deseo
De creer y creo
Que va naciendo otro querer.

Antes de llamarla como se llama
Tengo que recobrar la calma.
Porque puede que no sea distinta,
Aunque sea la mujer más bonita.

Parafraseando al maestro Serrat,
Porque las cosas así van:
No puedo llamarle amor,
Pero sé que se le parece.
No se lo digas por favor,
Pero dile que me enloquece.

 El Caballero de La Divina Noche

martes, 20 de noviembre de 2012

A veces me acuerdo.

20 de noviembre de 2012

No es que gane sin ti
Pero pierdo menos que a tu lado.
Supongo que se trata de cumplir
Lo que nunca fue pasado.

Ese sujeto del pretérito trastornado
Que sabe viajar en el tiempo,
Y, aunque la razón le haga de lado,
Se pone en frente en alma y cuerpo.

Puedo jurarte que de mis pecados
A veces fuiste mi favorito.
Gocé del rio y los pescados
Como el ara de un ritual sin rito.

Aquí estoy, escribiéndote otra vez
En los conjuros de este mes
Que va despidiendo al otoño,
Llena de nieve los escombros

De una forma más dulce
Que todos tus recuerdos.
No recuerdo como luce
Aquel poema entre versos.

Te prefiero como entonces.
Ella murió, supongo,
Entre las drogas y los roces
Del prejuicio, de eso y de todo.

Ya tengo mejores historias
Que la que compartimos.
Pero a veces la escoria
Hace en los cuadernos sismos.

De Rey

sábado, 17 de noviembre de 2012

Llanto por José Martí No.4


En verdad es terrible el dolor que siento...

18 de noviembre de 2012

El casillero estaba ocupado
Por nuestras cosas y arreos.
Los mazos y velas de un lado
Y por otro la poesía y los cuentos.

Tan inseguros como siempre,
Tan expuestos como las espadas.
Al verlos me dio fiebre,
Me contuve para no irme de espalda.

Tantos años en pie de lucha
Librados con puritanos masones;
Tanto jurándole a la ducha
Que la mugre son esos cabrones

Y en menos de un año
Toda nuestra historia se fue al caño:
El llanto, las blasfemias, los desengaños,
El querer ser, las burlas, la confianza…
José Martí murió de esperanza.

Con gusto me dijeron: “se acabó”.
Sólo pude encoger los hombros.
La rebeldía de Valle se terminó.
Ahí están nuestros escombros.

Evita preguntarme por qué,
Desconozco la respuesta.
Sucede y no sé que es
Pero se amotina en la puerta
La falta de albedrío y conciencia.
La número cuatro no tiene presencia,
Le amputaron al ajefismo una pierna,
Un pedazo de revolución tierna.

Siempre la creímos inmortal
Como también viril.
El futuro nos pintó mal
Y también al alma juvenil.

Nos quedamos sin templo y sin cuna,
Sin esa mística, sin nuestra luna.
La decadencia es obvia.
Nos dejaron sin logia.

T·.·P·.·P·.·H·.· fraternalmente, Salvador Yered Badillo Enríquez.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Ojos miel.



Esos ojos color miel,
Con esa mirada tan fría,
Con esa boca tan tibia,
Con ese hola de hiel…

Así termina, con esos puntos
Suspendidos en el silencio.
No es por querer estar juntos,
Tampoco por desear el desprecio,

Pero es sólo la silueta
Que llena ese vacío
Tan absurdo y… tan mío...
El tren que viene y se da la vuelta
Para volver a alejarse.
El bus llega a otra base,
No a la que habita esta piel,
No a la que le dicta este papel,
No a la letra  que mal rima,
Si no a la que se esconde
En estos sueños de ser un artista.

Yered Badillo