sábado, 27 de abril de 2013

TT

Es ser mis musas, ser mis desalientos, ser eso que cruza entre mi alma y el viento.

viernes, 26 de abril de 2013

Paula

22 de abril de 2013

No hace falta colgarse en la cuerda
Ni dispararle mil dagas
Cuando el ausente no recuerda
Que la pistola tiene carga.

No hace falta presumir el orgullo
Ni suicidar su perdón
Si el mísero capullo
No muestra color.

¿Para qué torturar a tu alma
Si no sabes qué palabra
Se asemeja a la de “tiempo”
Y el Facebook está inquieto
Entre sábanas sin cama?

El desquicio de aborrecerlo
No nace espontáneamente
Y tampoco al teniente
Le inspira a quererlo.

Cuando el tiempo se llama segundos
Date un respiro profundo
Para sumarle eones.
Cuando los malditos leones
No dan señales de vida
Nace la duda de carne podrida;
No quieras verte en ese espejo
Si tu respiro perplejo
Aun suspira “quizás.”
Si tienes límite, ponle un jamás.

Cuando los besos se abrazan al limbo
Pero tu corazón a la esperanza,
No digas en casa
Que el tiempo se llama tiempo perdido.

Yered Badillo

domingo, 14 de abril de 2013

Amor público

8 de abril de 2013

El verde pálido de su mirada
Reverdea sensaciones nocturnas
A placer de esperanzas taciturnas.
Debajo de su clara piel cansada

Se esconde una secreta balada
Que todos escuchan bajo la luna
A cambio de una pequeña fortuna
Y no alcanza para sus polvos de hada.

Sobre su nuca sabor a vainilla
Se  han contado cuentos sin moraleja,
Historias sin estrellas amarillas.

Dentro de su pecho hay una reja
Que cuida a un amor entre varillas,
Su nombre es yo, y ella siempre se queja.

Yered Badillo

martes, 2 de abril de 2013

Habanera.


27 de marzo de 2013

Después de tanto madrugar,
Me dio por madurar
Entre algunos años mayores.
Me quitó la pena, se quitó los calzones,
Me arrebato de golpe todo pudor,
Mi juventud supo robarle el sudor.

Sin alardear su experiencia,
Sus ojos azules me amaron con amor callejero;
Su cabello, rubio de vivencias,
Me instruyó para el amor no sincero.

Hoy me acuerdo de La Habana
Y aquella noche de estrellas fugaces,
Hoy me acuerdo de aquella mañana
De besos y caricias rapaces.

Yered Badillo