4 de junio de 2012
Te veo en
cualquier parte,
En todo
momento te alucino.
No importa
el escaparate,
No importa
cual sea el camino.
Esa ilusión
que, sin más, perdura,
Y se sienta
al filo de la puerta
Con su
invisible atadura
Que es tan
obvia y tan coqueta.
Es una
esperanza que toca el timbre
Y mantiene
un dialogo con las campanas
Y la
distancia para que el cielo brinque
Para lanzarse
por la ventana.
Espero el
inverno sincero,
La nieve
fresca, regocijada.
Aguardo para
que el nuevo enero
Despierte sobre
mi almohada.
El Caballero de la Divina Noche
El Caballero de la Divina Noche