Dedicado a aquellos químicos melancólicos.
29 de agosto de 2011
Viro sobre el ph de diez,
Y me tiño de color rojo,
Cuestión lógica por los congojos,
Y sigo sin saber qué es.
Me oxidé y tengo valencia de más mil,
Soy casi un protón suelto en la nada.
Nació una tremenda atracción en mí
Pero no reacciono con la almohada.
La estadística me dice que no rechaza.
La electronegatividad del aquel átomo
Debe de ser de la misma balanza
Pero con la paz de un floruro.
Otra vez no funciona mi conjuro.
Comienzo a conocer el cero de Kelvin.
Soy un elemento sin abrigo.
Ella se fue, sin ella me dejó,
Me dejó sin ella, pero me dejó conmigo.
Salvador Yered
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