8 de agosto de 2013, Kazan, Rusia.
Debo de ser
más bribón
O se me
escapa ese oro.
Por mucho
que tenga corazón
No me sirven
los ángeles en coro
Ni estos
versos mal paridos,
Ni las
miradas puras,
Aquí bastan
los ladridos
Y las
palabras duras.
Date a vivir, rubia preciosa,
Date a
servir, espalda pecosa
Por este
charlatán,
Por este
nadador en Kazan.
Salvador
Badillo