7 de febrero de 2012
La vida se me escapa mirando tus fotos,
Quizá te soñaré clandestinamente.
No te lo prometo, puede ser diferente.
Puede que mañana seamos otros
Y no reconozca en tu rostro mi mirada.
Tal vez tus labios jugueteen conmigo
Escondidos entre tus sabanas de abrigo
Único entre tu corona y mi espada.
A veces creo que el problema es mi armadura,
Mi estado como humilde caballero,
Como lacayo de tu trono que perdura,
Sólo puedo evadirlo sobre un velero
Que tenga en su asta el símbolo de muerte.
Pero es tan difícil quitarme la armadura,
Deshacerme de mi espada permanente.
Es mía y es más tuya esta atadura.
Si te fijas bien, eres mi locura.
¿De cuando acá me mira una princesa?
Pero sí te culpo, bella criatura,
Pues sólo eras mi sueño de belleza
Y osaste convertirte en realidad.
¿Cómo imaginar que posees mi libertad?
Yered
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