30 de abril
de 2012
Me juego un
volado entre abundancias,
Un desempate
democrático y justo
Para darle
rienda suelta a la constancia
De mis
letras, de las que tanto abuso.
Es claro que
con ellas me desquito,
Que con
ellas me desalmo,
Que con
ellas me debilito
Para después
volverlas un salmo
Que quedará
en el olvido.
Lanzo una
moneda al aire,
Un metal que
sabe de sabiduría.
Mi razón no
me sirve en el baile
De los
sentimientos de caballería.
Lo he intentando
muchas veces,
Pero es
siempre el mismo fallo.
Definitivamente
quiero que me beses.
El fierro
calló por caer en canto.
Salvador Yered Badillo Enríquez
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