domingo, 25 de noviembre de 2012

Bonita


No estoy enamorado, pero estoy no sé qué.
No cabe duda que ella es un revuelo,
Tampoco lo duda quien me ve
Cuando me mira cantándole al cielo:

"... a la orilla de la chimenea..."
Pude que no me creas,
Que me clasifiques como mentiroso
Pero no soy indecoroso

Ni vulgar ni seductor.
Es meramente extraño,
No hay pulso ni conductor
Que maneje un engaño.
Habían pasando algunos años
Sin beberme algo así,
Sin pensar "ni contigo ni sin ti"

Se me atravesaron Serrat y Sabina,
Y la vuelta de la esquina
Un juego de saber,
De soñar a esa mujer
De beber las ganas y el deseo
De creer y creo
Que va naciendo otro querer.

Antes de llamarla como se llama
Tengo que recobrar la calma.
Porque puede que no sea distinta,
Aunque sea la mujer más bonita.

Parafraseando al maestro Serrat,
Porque las cosas así van:
No puedo llamarle amor,
Pero sé que se le parece.
No se lo digas por favor,
Pero dile que me enloquece.

 El Caballero de La Divina Noche

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