Esos ojos
color miel,
Con esa
mirada tan fría,
Con esa boca
tan tibia,
Con ese hola
de hiel…
Así termina,
con esos puntos
Suspendidos
en el silencio.
No es por
querer estar juntos,
Tampoco por
desear el desprecio,
Pero es sólo
la silueta
Que llena
ese vacío
Tan absurdo
y… tan mío...
El tren que
viene y se da la vuelta
Para volver
a alejarse.
El bus llega
a otra base,
No a la que habita
esta piel,
No a la que
le dicta este papel,
No a la
letra que mal rima,
Si no a la
que se esconde
En estos sueños
de ser un artista.
Yered Badillo
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