No te olvido, Venus cubierta,
No abandonas mi piel
A pesar de no ser
La última que cruzó la puerta.
No te has ido de mi paladar,
Me sabe a desvelada
Tu ausencia mal intencionada
Y a marea sin mar.
No es que mi dueña seas
O que te extrañe demasiado
O que esté yo devastado
Y camine por tristes veredas,
No. No pienses nada de eso.
Pero nadie tiene lo tuyo,
Tus manos, tu murmullo...
Cómo tú, nadie me ha dado un beso.
Yered Badillo
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