No te mentiré
(30 de diciembre de 2011)
Entre la lluvia que cubre hoy mi casa
Y con la falta de luz en el inmueble,
Me puse a pensar en lo que me pasa:
Este mes ya no se llama diciembre
Y tampoco este año dos mil once;
Comparten la suerte con estas letras
Que provocan que me llene de goce
Imaginando que las lees no muertas
Justo a la orilla de tus madrugadas
Sin importarte ni el camino ni el nombre,
Sin pensar en las sonrisas y miradas
Que le provocas a este intento de hombre.
Sabes que estos versos esconden nada
Y que para ti están dedicados.
No entiendo como soporta mi almohada
Sostenerte si es que estoy inclinado,
Cobijarte entre sueños de un iluso
Que siempre anhela y desea ser libre
Que el día de hoy se encuentra confuso
A la puerta de tu alma y tras el timbre.
No te engañaré con falsas promesas,
Ni con verdades que no pienso cumplir.
Mis estancias no pueden ser extensas,
Y habrá semanas que no esté junto a ti.
Esas noches no te sabrán a fresas
Si es que las intentas poner junto a mí.
Entre mi ausencia, querida princesa,
La soledad jamás es color carmín.
Y sin embargo, me atrevo a decirte
Que me duermo diciéndome tu nombre.
Hoy puedo marcharme, y bien tú irte
O colgarte esta medalla de cobre.
Salvador Yered
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