(20 de diciembre de 2011)
Pareciera que me da un regalo la vida
Después de tanto, tanto, tiempo del pasado,
Semejase a una revancha que se convida
Con las mieles de sentimientos encallados.
Mostrase como un rumor que se grita a la puerta
De cualquier ojo, oído, alma, corazón…
Pero a mi fiera espada no mantengo quieta,
Pues debo defender mi estado y caparazón
Que me han llevado de regreso a mi camino.
Pero si se trata de confesiones claras,
Puedo confesar que me resulta divino
Este desbalance cada que veo tu cara…
Yered.
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